Viaje al sur de Francia (y VIII) Una ciudad renovada y señorial

12 de junio. Burdeos, Bayona, Pamplona

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Vista parcial de la plaza que rodea la catedral de Burdeos

El viaje toca a su fin, pero todavía quedan perlas por admirar. Tras el paseo vespertino por la urbe bordelesa, hoy toca visitar la catedral, un imponente conjunto gótico de los siglos XIII al XV. La primera sorpresa es la urbanización de la plaza, obra del estellés Patxi Mangado, en línea de otras obras conocidas del arquitecto. Bancos, losetas, fuentes y farolas nos resultan familiares. Las obras, de gran tamaño, han dotado de uniformidad al conjunto, resaltando los formidables contrafuertes exteriores y la imponente torre exenta. Es lunes, día en que la catedral está cerrada al público, pero los buenos oficios de Trinitat, neustra guía, han conseguido que el padre Pierre, el párroco de la catedral, nos permita una visita tranquila y minuciosa. Compartimos estancia con un grupo de niños de las escuelas de Burdeos. Están realizando una actividad que no había visto nunca en España. Sobre la pantalla situada al comienzo de la nave mayor se proyecta una película de dibujos animados a la que los niños ponen la música y los efectos especiales. Es su forma de acercarse a la música y de conocer el patrimonio. Una experiencia que provoca nuestra sorpresa, admiración y aplauso cuando finaliza.

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Vista exterior de la catedral

La catedral permite resumir lo visto durante la semana. Una única nave, románica en origen, desarrollada en el gótico meridional a lo largo del siglo XIII, a la que se añade en los siglos XIV y XV un crucero y un gran presbiterio con girola, según el modelo del gótico radiante del norte de Francia. Tal vez la pieza clave del conjunto sea la puerta real del siglo XIII, realzada ahora tras las obras de urbanización de la plaza. La calidad del conjunto es superior a la puerta del crucero, más aparatosa y efectista, que se nos abre para la entrada. Por cierto, el parteluz ha servido de espacio para que dos jóvenes sin techo, con colchón y perro incluido, pasen la noche al raso. Tampoco la rica y civilizada Francia se libra de estas diferencias sociales que ponen en evidencia a nuestra sociedad del bienestar.

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Interior de la catedral con la nave románica y la posterior ampliación gótica

Tras la visita a la catedral y un paseo por su entorno salimos hacia Bayona. Recorremos las Landas en toda su extensión, con sus dunas, su inabarcable llanura, sus bosques de pinos y sus campos de maíz. Una recta interminable que nos permite observar el rosario de camiones españoles que se dirigen hacia el resto de países europeos con mercancía para la exportación. Ha ahí una de las razones de nuestra favorable balanza importación-exportación.

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Mapa en el que se aprecia la larga carretera que recorre las Landas

La agujas de la catedral de Bayona, situada en una pequeña loma a las orillas del Nive y del Adour, se divisan en el horizonte. En un restaurante a las orillas del río, situado en un hermoso edificio del siglo XVIII, el primero de la ciudad en su género, tenemos nuestra última comida juntos. A la finalización de la misma, tomo la palabra para hacer una pequeña despedida. Recuerdo el objetivo del viaje, recuerdo las condiciones que deben cumplirse para que un viaje salga bien, pondero la buena labor de Félix, nuestro chófer, y Trinitat, nuestra guía, y doy las gracias a todos por su puntualidad, camaradería y deseos de aprender. Me despido oficialmente de los alumnos de 1º del Aula de la Experiencia y emplazo a los del curso de arte navarro de Los Arcos a septiembre para iniciar la segunda parte del mismo.

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Vista parcial de la fortificación que envuelve parte de la ciudad

Yo solo nos queda la catedral de Bayona, un edificio gótico emparentado con la catedral de Pamplona. Lo recorremos por dentro, resumimos su contenido, paseamos su clausttro y deambulamos durante un buen rato por su casco histórico, bien cuidado y limpio.

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Vista de una de las calles peatonales que conforman el casco histórico con la catedral al fondo

De allí a Pamplona, Estella y Oteiza. Besos, abrazos, agradecimientos y hasta luegos. Espero que para muchos haya sido una semana para el recuerdo.

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