Las elecciones al Parlamento Europeo han tenido también una lectura foral y varias particularidades.
A ellas no se presentaban ni UPN, ni CDN, ni Nabai como tal, integrada en una coalición más amplia de fuerzas nacionalistas. Era, por tanto, un mano a mano, en buena medid, entre el PP de Navarra y el PSN-PSOE. Y el resultado ha sido claramente favorable al PP, que tras la escisión de UPN protagonizada hace unos meses, ha recogido 75.000 votos del centro-derecha navarro.
Para el PSN-PSOE han sido una pequeña decepción. Pensábamos que la trayectoria del partido tras su último congreso, la política constante a favor de la gobernación y estabilidad de Navarra y la ruptura de la derecha iba a reflejarse en unos mejores resultados. Y si no la primera fuerza, que no era fácil, al menos mantener los resultados de las últimas elecciones europeas y seguir acortando distancias. Sólo resultó lo último, lo demás no se alcanzó.
Las consecuencias están a la vista. El PP es mucho más que una anécdota y si fideliza la mitad de su voto para unas elecciones forales la fragmentación de la derecha será una realidad incustionable. UPN debe de estar, y así lo reflejan las posturas discordantes de sus dos líderes, Barcina y Sanz, francamente preocupado con el resultado electoral. La primacía incuestionable de UPN tiene los días contados.
Por lo que hace al PSOE el camino se presenta más lento y difícil de lo esperado. Estamos en Navarra y aquí nada es sencillo ni fácil. Pero el futuro depende de nosotros. Los demás ayudarán, pero no resuelven. Y quedan varios retos por afrontar: el fortalecimiento del discurso alternativo que genere estabilidad y confianza, el robustecimiento interno en militantes y agrupaciones, y el ensanchamiento externo, con nuevas formas de acercamiento y participación.
El horizonte de los 15 es factible Y es una cifra que permite soñar. Estoy convencido de que el primer partido de Navarra, sea el que sea, no los superará en mucho. Por lo tanto, hay mucha liga por jugar y tenemos muchas posibilidades.
El valor de la palabra 
Estimado Roman hace tiempo que te vengo leyendo y la verdad que es un placer poder navegar entre tus lineas, hoy me he decidido a dejar mi pequeño mensaje, es cierto que los resultados del pasado domingo dejan claro que UPN tendrá que replantearse su postura futura, el pueblo ha sido lo ha manifestado en la urnas, pero cierto es que ese pueblo es minoritario, estamos lejos de sentir las elecciones uropeas como nuestras y más esta pasada campaña electoral que se ha basado más en un conflicto de líderes nacionales que en una campaña que dejará de manifiesto la relevancia de formar parte de la UE con sus respectivos representantes.
Yo me declaro apolítica pero si es cieto que la vertiente de la derecha no me atrae, en absoluto y no entiendo como gente de mi edad, 36 años se puede sentir identificada con una posición tan conservadora teniendo la opción de fraguar un futuro más progresista, un futuro que es el nuestro y del que queramos o no seremos protagonistas.
Saludos y desde mi pequeña ventana del ordenador te seguire leyendo.